Presencia del Embajador Antonio Trombetta, jefe de gabinete del Canciller, en representación del Canciller Héctor Timerman.
Coincide con la conmemoración de la Revolución de Mayo de 1810.
Con motivo de la celebración del Día del África, se realizo el lunes 30 de mayo, en el Auditorio Manuel Belgrano de la Cancillería Argentina una ceremonia conmemorativa
Este evento se realizo con la presencia de los Señores Embajadores de: Congo, Túnez, Angola, Sudáfrica, Marruecos, Egipto, Libia, Argelia, Nigeria.
Argentina y África comparten, sin lugar a duda, una visión similar sobre muchos temas de gran interés. Las dos abogan por un multilateralismo representativo y equitativo, la protección de los derechos humanos, la consolidación del dialogo sur-sur, la lucha contra la pobreza y una cultura de la solidaridad. En el aniversario 48º de la fundación de la Organización de la Unidad Africana (OUA), fruto de las ansias de unión, integración y cooperación de los países africanos -muchos de ellos entonces recién liberados de siglos de colonialismo- pero resulta que este nuevo aniversario tiene lugar en momentos en que un país africano (Libia) se encuentra bajo los feroces y brutales bombardeos y cohetazos de Estados Unidos y sus socios de la OTAN.
Es sin duda el conflicto más grave y sin precedentes que África haya enfrentado desde la creación de la OUA y el establecimiento de su sucesora, la Unión Africana (UA), por cuanto convergen una serie de elementos que con anterioridad no se habían hecho presentes de manera tan directa, abierta y brutal contra el continente africano por parte de las potencias imperiales.
Numerosos son los observadores que coinciden en que la guerra de agresión contra Libia, aún siendo en sí misma un objetivo altamente apetecible, forma parte de otros propósitos de mayor envergadura y aún de más largo alcance, que involucran principalmente a Estados Unidos, que no descarta -como en el caso libio- alianzas coyunturales con sus socios europeos agrupados en la OTAN, particularmente con los más voraces como Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia e incluso España.
La Argentina, en su calidad de Presidente del G-77 más China, impulsó los esfuerzos para la coordinación y el trabajo conjunto de los países en desarrollo, para encontrar soluciones duraderas, que aseguren el desarrollo sostenible y promuevan la igualdad de oportunidades para todos los Estados. Subrayamos también, y con gran satisfacción, la participación argentina en las Cumbres América del Sur-África (ASA).
Observamos con satisfacción el desarrollo y fortalecimiento de nuestras relaciones en los diferentes ámbitos, y valoramos en su justa medida el interés mostrado por la sociedad argentina, y particularmente las nuevas generaciones, para su mejor conocimiento de la diversidad y riqueza de la realidad africana.
A este efecto, estamos sumamente convencidos de que una asociación entre Argentina y África, justa y equitativa, abre nuevos negocios, y mercados, pero sobre todo permite una transferencia tecnológica en sectores altamente importantes y vitales para África como es la producción agropecuaria, la biotecnología, la sanidad animal y vegetal, etc. África es un gigantesco continente, con un mercado de ochocientos millones de consumidores, con inmensos recursos naturales y con una economía está cada vez más desarrollada. Pero que para la gran mayoría de los inversores, excepto en los tradicionales tópicos comerciales, sigue aun inexplotados.
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